Sedona, en Arizona, Estados Unidos, es un lugar único donde la naturaleza, la historia y la espiritualidad se entrelazan en un escenario impresionante de formaciones rocosas. Estas formaciones de arenisca, parte de la Formación Schnebly Hill, se crearon hace millones de años durante el Período Pérmico, cuando los sedimentos se acumulaban en un antiguo mar. La erosión posterior ha esculpido paisajes espectaculares que brillan con fuerza al amanecer y al atardecer. Entre sus formaciones más conocidas se encuentran la Montaña Wilson, las Siete Piscinas Sagradas y la Roca de la Catedral, que ofrecen vistas icónicas.