El Tombeau du Géant, en Bouillon, Bélgica, no es el típico mirador con vistas impresionantes. Conocido como la Tumba del Gigante en español, parece un gigante durmiendo en una curva del río Semois, que se extiende más de 200 kilómetros. Su nombre proviene de una leyenda sobre un gigante llamado Treviso, quien, según la historia, prefirió saltar de los acantilados de Rocher des Gattes antes que ser capturado por los romanos. Este mirador es muy popular entre senderistas y viajeros, y el paisaje que ofrece cambia con cada estación. En otoño, los tonos cálidos lo hacen un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y la fotografía, como puedes ver en la imagen de hoy.